Carlos V, siendo emperador, consiguió construir un inmenso imperio que abarcaba un territorio de gran alcance, en concreto se extendía desde México hasta Filipinas, y desde Tierra del Fuego, hasta los Países Bajos. Todo esto sin contar la gran expansión ultramarina y ciertas conquistas que tenía, un ejemplo de ellas es Milán. Esto es resultado de la adición dinástica de cuatro casas europeas: la de Borgoña, Austria, Aragón y Castilla, creando así el conocido Imperio Español. Con su muerte y su repartición de la herencia entre los dos hermanos, Fernando I y Felipe II, se habla de dos ramas o dos ``casas de Austria´´, los Habsburgo de Viena y los Habsburgo de Madrid.
La Monarquía Hispánica, transcurrió en el período de supremacía europea. Durante los llamados Austrias Mayores consiguió expandir su influencia a un gran nivel, en concreto con la incorporación de Portugal y su gran imperio. Mientras tanto, los llamados Austrias Menores, cuya época coincidió con el famoso Siglo de Oro de las artes y las letras, constituyeron la decadencia de España.
El poder marítimo que tenían los españoles fue mostrado con la victoria sobre los otomanos en la Batalla de Lepanto. Tambíen demostró su supremacía en diversas victorias, como por ejemplo contra los ingleses en la Guerra anglo-española de 1585-1604. No obstante, el poder marítimo que poseía no iba a ir siempre tan bien, y en el S.XVII sufrió diversas derrotas la Casa de Austria frente a las Provincias Unidas y posteriormente contra Inglaterra.
En Europa, los Habsburgo de Madrid ayudaron a la defensa de los de Viena en la Guerra de los Treinta Años, aunque todo terminó con mal pie, acabando con la sublevación de Portugal, Cataluña y Nápoles. La Casa de Austria fue sustituida en la hegemonía europea por la Francia de Luis XIV.
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