La última caída de Artur Mas

Artur Mas ha caído, tras varias derrotas, ha acabado con lo que un día ``heredó´´ en 2002 por parte de Convergència i Unió.

Vemos como las ganas de seguir en el poder mediante el uso del ``teatrillo´´, ha hecho que la política catalana acabe rompiéndose, dando lugar al auge de los populismos, y es que ha conseguido que se desfigure el centro-derecha. Como consecuencia Mas ha tenido que renunciar a la presidencia de la Generalitat, ya que si nos damos cuenta, su entorno le ha hecho darse cuenta de que en caso de que hubiera otras elecciones, las perdería, lo cual le sería humillante.

Lo mas importante de esta caída, es que no es solo de una persona, la derrota forma parte de un grupo, de una formación, una manera distinta de ver la política. También es la caída de una idea que ha ido persiguiendo siempre Artur Mas, y ha tensado tanto la cuerda que se ha acabado rompiendo, dándole una victoria a la CUP. Y es que la líder lo dejó muy claro en la reunión que tuvieron ambos candidatos a la presidencia con el fin de llegar a un acuerdo común. Anna Gabriel aclaró que no le iban a investir porque sino continuarían mandando los mismos.

Y es que al fin y al cabo el tema de la independencia catalana, es un sentimiento de minorías, al que últimamente le han dado demasiada bola, lo que ha hecho que crezca, pero sin embargo esta actitud no es compartida ni por la mitad de los catalanes. Este hecho es usado frecuentemente por los partidos independentistas con el fin estratégico de defender sus intereses partidistas.

Es inevitable decir que las manifestaciones funcionan, pero vemos como a la hora de ponerse de acuerdo en ciertos asuntos que son básicos, no son capaces, lo cual es una sensación abrumadora, ya que cualquier región que vaya ``en serio´´ lo haría sin problemas.